En pleno debate sobre el aborto en EEUU, hay empresas que se pronuncian a favor de su legalización con más fuerza que nunca.
Tinder, y su empresa matriz Match Group, llevan años promoviendo el aborto, especialmente desde la anulación de Roe vs Wade, por la Corte Suprema de los EE. UU. en 2022, que limitó la legalidad del aborto en algunos Estados. Lo hace a través de diferentes iniciativas como cubrir los gastos del viaje de sus empleadas para abortar en un Estado donde sea legal o a través de la firma de Don’t Ban Equality Statement, donde más de mil empresas se han posicionado públicamente en defensa del aborto con campañas de publicidad y justificando el impacto económico de ilegalizar el aborto.
Sin embargo, en la Semana de la Moda de Nueva York, Tinder se ha pronunciado con más claridad que nunca, a través de una colaboración con la marca de ropa AREA, lanzando una camiseta llamada “Bans off our bodies” denunciando la ilegalidad del aborto. Para ello, además, ha donado 25.000$ a Planned Parenthood en honor a la campaña.
Nada más acabar el desfile, se pronunció sobre la campaña su Directora de Marketing en una entrevista para TeenVogue, explicando cómo la ilegalidad del aborto afecta directamente al negocio de la compañía.
Y es que, Tinder, realizó un estudio con el Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana, y descubrió que el 87% de las personas solteras decían que su actitud y comportamiento en sus citas había cambiado después de que se revocara la decisión sobre el aborto, impactando directamente a la actividad e interacción de los usuarios de la red social de citas. Por ejemplo, tras la derogación de Roe vs Wade, un 15% de los usuarios menores de 50 años de la plataforma tienen miedo a que haya un embarazo tras la relación, un 11% padecen de nerviosismo o ansiedad durante el acto o que un 14% de los usuarios destacan tener menos relaciones esporádicas que antes de la derogación.
Vemos, por lo tanto, que el apoyo de Tinder al aborto no es una cuestión meramente ideológica, sino que principalmente hay un interés puramente económico ya que la protección del no nacido, se traduce directamente en un menor uso de su aplicación de citas.
¿Cómo debemos reaccionar los inversores católicos ante esto?
Es crucial que, a través de nuestras inversiones, no apoyemos iniciativas que vayan en contra de nuestra fe. Debemos ser conscientes de las acciones de las empresas en las que invertimos y actuar tomando decisiones que reflejen y promuevan nuestros principios éticos y morales.