Valores Católicos en la Inversión como Fundamento de las Decisiones Financieras 

Valores católicos en la inversión

Valores católicos en la inversión es una expresión que, lejos de ser un concepto abstracto, constituye un principio rector para quienes desean invertir de manera coherente con su fe.  

Cada vez más inversores buscan integrar criterios éticos y católicos en sus decisiones financieras, asegurándose de que su capital no contribuya a actividades contrarias al Magisterio. Tal como se explica en Inversión católica: Cómo saber si tu inversión respeta tus principios católicos, invertir nunca es un acto neutro: a través del uso del capital apoyamos o rechazamos prácticas y estructuras, una afirmación plenamente coherente con la Doctrina Social de la Iglesia y con los principios expuestos en los documentos magisteriales. 

La bolsa, frecuentemente percibida como un escenario puramente técnico, es en realidad un terreno donde se manifiesta la coherencia moral del inversor católico. Cada acción adquirida, cada fondo seleccionado y cada empresa respaldada expresa una visión ética del ser humano, de la sociedad y del bien común. Por ello, la inversión para el católico debe asentarse sobre criterios firmes, no sobre tendencias variables. 

Por qué los valores católicos importan hoy en la bolsa

El mercado bursátil es una herramienta de participación económica que puede contribuir significativamente al desarrollo humano. Sin embargo, como ha reiterado el Papa Francisco, cuando el mercado se convierte en un fin en sí mismo y prioriza el lucro por encima de la persona, se genera un riesgo moral considerable. La ética, por tanto, no puede ser un elemento añadido superficialmente: debe ser una estructura interna del proceso de inversión, tal como enfatiza la Guía práctica para invertir siendo católico.

Los valores católicos en la inversión proporcionan la base para discernir si las actividades económicas promovidas por una empresa son compatibles con la dignidad humana, la protección de la vida, la familia y el cuidado de la creación. De este modo, el inversor católico puede orientar su capital hacia iniciativas que generen un impacto positivo real en la sociedad y contribuyan al bien común. 

Más allá del ESG: por qué la inversión católica exige un marco más sólido

El auge de la inversión ESG ha impulsado esfuerzos por incorporar factores ambientales y sociales en las decisiones financieras. Sin embargo, tal como explica Faithful Investing vs ESG: Cómo la Inversión Católica va más allá, los criterios ESG presentan limitaciones significativas: subjetividad, inconsistencias entre agencias de rating y, en algunos casos, aprobación de prácticas incompatibles con la fe (por ejemplo, actividades vinculadas al aborto o la producción de armas indiscriminadas). 

El Faithful Investing va más allá de los criterios ambientales o de buen gobierno: sitúa a la persona humana en el centro de toda decisión económica y social. 

A diferencia del enfoque ESG, cuya interpretación puede variar con el tiempo y adaptarse a corrientes sociales cambiantes, el Faithful Investing se apoya en valores y fundamentos estables y permanentes, arraigados en la Doctrina Social de la Iglesia.

Invertir según los valores católicos: una forma de testimonio

Los valores católicos en la inversión permiten a los cristianos vivir su fe también en la esfera económica. Con el apoyo y guía de la Iglesia, el discernimiento ético y herramientas profesionales como Altum Explorer, es plenamente posible invertir en bolsa sin renunciar a la coherencia moral.  

En Mensuram Bonam se ofrece una orientación sobre qué estrategias prácticas pueden implementar los inversores católicos para invertir de manera coherente con la fe: 

  • Estrategia de Exclusión: Definida como la política para evitar contradicciones éticas entre una inversión y las enseñanzas de la Iglesia aplicando criterios basados en las enseñanzas de la Iglesia, como los recogidos en nuestras Guías de Inversión de Altum.
  • Llamada al compromiso: Definida como el uso activo de la propiedad accionarial para influir en las empresas mediante el diálogo, el voto y la colaboración con otros inversores. Existen herramientas como el Proxy Voting que facilitan la participación activa del inversor católico.  

Invertir deja de ser un simple acto financiero y se transforma en una decisión orientada al bien común y al testimonio cristiano. 

Para más Faithful Investing, clic aquí.

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