La inversión católica ha adquirido una relevancia creciente a medida que más inversores desean vivir su fe también en el ámbito financiero. Inspirada en la Doctrina Social de la Iglesia, esta forma de inversión ética ofrece un marco claro, estable y exigente para orientar decisiones económicas en coherencia con los valores cristianos respaldados por las enseñanzas del Magisterio. De este modo, la inversión se convierte no solo en un ejercicio técnico, sino también en una expresión concreta de la fe y del compromiso cristiano en el mundo.
La Iglesia recuerda que la economía nunca es neutral: toda inversión implica un impacto moral y, por tanto, debe orientarse siempre al bien común. En este marco, la inversión católica —también llamada inversión coherente con la fe o Faithful Investing— ofrece un enfoque que integra responsabilidad, impacto y fidelidad al Magisterio.
¿Qué es la inversión católica según la Doctrina Social de la Iglesia o Faithful Investing?
La Doctrina Social de la Iglesia afirma que el dinero no es un fin, sino un medio y Mensuram Bonam nos recuerda que “la economía no es un sistema autónomo desligado de la ética. Está llamada a servir a la persona humana y a contribuir al bien común”.
El Faithful Investing trata de alinear las decisiones financieras con la fe, buscando siempre dos objetivos: obtener una adecuada rentabilidad y que la cartera de inversión cumpla en todo momento el magisterio de la Iglesia Católica.
A través de las Altum Investment Guidelines, buscamos integrar los valores cristianos en cada decisión de inversión, siguiendo cuatro pilares fundamentales: Promoción de la Vida, promoción de la Familia, promoción de la Dignidad Humana y el Cuidado y Protección de la Creación. Estos principios no solo guían nuestras decisiones, sino que también proporcionan un marco claro para construir carteras de inversión coherentes con la fe católica sin sacrificar rentabilidad.
Herramientas profesionales para un discernimiento ético riguroso
La falta de información fiable ha sido, históricamente, uno de los grandes obstáculos para quienes deseaban invertir de manera ética y coherente con su fe. Hoy, gracias a la plataforma Altum Explorer, los inversores profesionales superan este reto con un acceso sencillo a análisis completos, rigurosos y transparentes de miles de compañías globales. Cada empresa es evaluada desde la perspectiva de los valores católicos según la Doctrina Social de la Iglesia, ofreciendo al inversor una base sólida para tomar decisiones bien informadas y plenamente alineadas con su conciencia.
Para los inversores particulares, la aplicación Altum App permiten evaluar empresas con los mismos criterios, facilitando así la creación de carteras coherentes con la fe. De este modo, cualquier persona puede construir carteras coherentes con la fe, apoyándose en medios profesionales, claros e intuitivos.
Gracias a estas herramientas, la inversión responsable católica se ha consolidado como una alternativa técnica, profesional y coherente para instituciones, diócesis, congregaciones, fundaciones y cualquier católico.
Una inversión responsable que fortalece la fe
Invertir según la Doctrina Social de la Iglesia no es solo una elección técnica: es también una forma concreta de dar testimonio cristiano. La Doctrina Social de la Iglesia está al servicio del hombre, para ayudarle a orientar su conducta de una forma cristiana en todos los ámbitos de su vida, incluido el trabajo o la economía.
A través del Faithful Investing, el inversor católico contribuye a construir un mundo más alineado con los valores del Evangelio ya que es capaz de demostrar que fe y economía no solo pueden convivir, sino que se fortalecen mutuamente.
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