En el ámbito de las inversiones, a menudo nos enfrentamos a dilemas éticos que pueden entrar en conflicto con nuestros valores y creencias. Para los católicos, esto es aún más relevante, ya que las decisiones financieras deberían alinearse con la fe y los principios de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI). En Altum Faithful Investing hemos desarrollado un enfoque único para ofrecer a los inversores católicos una opción ética que no solo prioriza la rentabilidad, sino también la integridad moral.
A través de las Altum Investment Guidelines, buscamos integrar los valores cristianos en cada decisión de inversión, siguiendo cuatro pilares fundamentales: Promoción de la Vida, promoción de la Familia, promoción de la Dignidad Humana y el Cuidado y Protección de la Creación. Estos principios no solo guían nuestras decisiones, sino que también proporcionan un marco claro para construir carteras de inversión coherentes con la fe católica sin comprometer los objetivos financieros.
Los Cuatro Pilares de Altum Faithful Investing
Altum cree que la inversión coherente con la fe no solo es posible, sino que es una responsabilidad para los inversores católicos. Los cuatro pilares sobre los que se basa nuestra metodología son fundamentales e influyen en nuestras decisiones de inversión.
Promoción de la Vida Humana
La vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural, es el principio básico que guía todas nuestras decisiones en Altum. La Doctrina Social de la Iglesia defiende que la vida es sagrada e inviolable, y por ello, no podemos invertir en empresas cuyas prácticas atenten contra este principio fundamental.
Altum evita activamente las inversiones en compañías que estén involucradas en el aborto, la eutanasia o la fabricación de productos abortivos y anticonceptivos. También desaconsejamos las inversiones en compañías que participen en investigaciones con células madre embrionarias, que son contrarias a los valores católicos. Este principio es clave en nuestras Altum Investment Guidelines, ya que creemos que cada inversión debe reflejar el respeto absoluto por la vida humana en todas sus etapas. Por otro lado, buscamos empresas que promuevan una cultura de la vida, invirtiendo en aquellas que protejan y valoren la vida humana en cada una de sus decisiones empresariales.
Promoción de la Familia
La familia, como institución fundamental, es otro pilar clave de las decisiones de inversión de Altum. La familia debe ser protegida y promovida en todos los niveles. Esto incluye no solo la defensa del matrimonio entre hombre y mujer, sino también el apoyo a políticas que favorezcan la estabilidad familiar, la educación y el bienestar de los niños.
Evitar las inversiones en empresas que apoyen o promuevan ideologías contrarias a la visión cristiana de la familia es una de nuestras principales prioridades. Esto incluye la ideología de género, que rechaza la diferencia y complementariedad de los sexos, y que, según el magisterio de la Iglesia, socava la estructura natural de la familia.
De esta manera, nuestras inversiones buscan fortalecer la estructura familiar y contribuir al bienestar de las futuras generaciones.
Promoción de la Dignidad Humana
La dignidad humana es el corazón de la Doctrina Social de la Iglesia. Cada persona es creada a imagen y semejanza de Dios, y por tanto, su dignidad debe ser respetada en todas las circunstancias. En Altum, promovemos inversiones en empresas que respeten los derechos humanos y las condiciones laborales dignas. Esto significa evitar invertir en compañías que explotan a sus trabajadores, que estén involucradas en la pornografía o que no respetan el derecho de sus empleados a la libertad religiosa.
Al mismo tiempo, evaluamos las políticas internas de las empresas en cuanto a igualdad de oportunidades, respeto por la libertad de conciencia y prácticas de no discriminación.
Cuidado y Protección de la Creación
La encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco nos recuerda que el cuidado del medio ambiente es un acto de responsabilidad moral y espiritual. En Altum, creemos que el respeto por la creación es esencial para lograr una verdadera justicia social, ya que los recursos naturales no son solo bienes materiales, sino regalos de Dios que debemos administrar con sabiduría.
Altum promueve inversiones en empresas que practican la sostenibilidad ambiental y buscan reducir su impacto ecológico. Evitamos las inversiones en compañías que explotan de manera irresponsable los recursos naturales o que participan en industrias que causan daños irreversibles al medio ambiente. Este enfoque está alineado con los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, que enseña que el desarrollo económico debe ir de la mano de la protección del entorno y el bienestar de las futuras generaciones.
En Altum Faithful Investing, no solo buscamos rentabilidad económica, sino también una rentabilidad ética que esté en consonancia con los principios fundamentales de la Doctrina Social de la Iglesia. Nuestros cuatro pilares – Vida, Familia, Dignidad Humana y Cuidado y Protección de la Creación – guían nuestras decisiones de inversión y aseguran que nuestras carteras de inversión sean coherentes con los valores católicos.
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